The One no es solo un coche; es un homenaje a la grandeza automotriz del pasado. Este proyecto comenzó con la búsqueda de un vehículo clásico que había caído en el olvido, un modelo raro con una historia rica, pero con el tiempo, había perdido su brillo.
A lo largo de varios meses, este modelo ha sido construido pieza a pieza. Para ello se ha utilizando tecnología punta y técnicas artesanales. Como propulsor, se ha optado por el V8 proveniente de Range Rover. Cada detalle ha sido cuidado y rediseñado para crear un diseño atemporal y elegante que permita su conducción y disfrute a diario.
El resultado final es The One, un coche que fusiona el alma de un clásico con las capacidades de un vehículo moderno. Este proyecto no solo revivió un ícono olvidado, sino que también estableció un nuevo estándar en la restauración y personalización automotriz.